Aguas de vida

Hace unos días tome un bus para volver a casa luego de ir a visitar a un amigo, mientras estaba en el recorrido no pude dejar de notar el aspecto de las montañas que están al borde de la autopista; todos los árboles y arbustos estaban secos a causa del calor y el sol incesante de esta época del año, en un recorrido de más de 30 minutos cada planta que veía era igual, su verdor se había ido, y con él la belleza del paisaje. 

Mientras observaba este paisaje seco y en extremo caliente vino a mi mente el pensar en cómo el hombre al igual que el arbusto experimenta en el transitar de la vida tiempos de sequía  desierto y calor, y al igual que la vegetación podemos sentirnos agotados, sin belleza y sin fruto; son esos tiempos largos de espera por una respuesta para un trabajo o una oportunidad de estudio, tiempos en los que sientes que no eres útil para el reino de Dios pues no haces mucho en la Iglesia por falta de tiempo o cansancio, tiempos en los que sientes que Dios está en silencio, tiempos de frustración por un negocio fallido o por una familia que no se repone de las luchas que ha tenido. Sientes que tu vida a perdido esplendor, belleza y propósito.

Alguno podría decir que sería imposible reverdecer, que ya no hay esperanza para nosotros, sin embargo, la Biblia nos da una promesa: “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” Jeremías 17:7-8.

En tiempos de sequía de tu vida, confía en el Señor, no desmayes, no te quedes pensando en lo difícil de tu situación, tan solo espera y cree; Dios es fiel y la promesa es clara y contundente: aún en la más terrible desierto El traerá a tu vida aguas de vida, fruto de su espíritu, que te saciarán y te harán vencer… si confías el tiempo de la sequía en tu vida pasará y recibirás la respuesta que has estado esperando.

Prepárate, la lluvia ya viene…. ¿lo crees?