viernes, 30 de noviembre de 2012

El canto del gallo


Para algunos el canto del gallo significa un nuevo amanecer, para otros, la oportunidad de corregir lo que ayer se hizo mal, algunos lo asocian a la voz de la naturaleza que nos habla de una tierra viva, pero para Pedro significo el enfrentarse cara a cara con su debilidad, su traición , su miedo; el Maestro le había dicho: “antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces” Marcos 14:72b, y como era de esperarse eso sucedió; allí estaba Pedro llorando su traición y el Cristo amándole a pesar de todo.

Cuan fácil se nos podría hacer el juzgar a Pedro… había estado con El!!! Sabía quién era El!! Había visto su poder, su enseñanza venia de los cielos! ¿Cómo pudo negarle?... podríamos decir que la reacción de Pedro estaría motivada por el temor, o más bien el terror del juicio, los maltratos o hasta la muerte. Si miramos de cerca podríamos empezar a aceptar su reacción, y no porque esta sea justificable, sino porque hoy, nosotros mismos por cosas menores a la prisión o la muerte, negamos a Jesús, negamos su soberanía sobre nosotros, negamos su presencia en nuestras vidas, negamos que andamos con El, y lo peor del caso es que creemos que en algunos casos esa reacción está justificada.

Hace algunos día mire “el video más doloroso y hasta repugnante de mi vida”, en el, veía como hombres y mujeres cristianos en los países perseguidos eran golpeados hasta la muerte, torturados y hasta quemados vivos; al verlo mi espíritu se estremecía al saber que con tan solo negar a Jesús, estos mártires podrían hoy estar vivos o sin heridas, pero no lo hicieron, no negaron a Jesús, no ocultaron su amor a Él, no, no lo hicieron. Me pregunto ¿hemos llegado a amar tanto a Jesús, como para dejar de negarlo por situaciones simples o vacías?.  Tal vez no le niegas con tu boca, pero ¿tus actitudes, pensamientos y palabras dicen  afirman o NIEGAN la presencia de Dios en tu vida?

Anhelo que como a Pedro me reconozcan como uno que anda con Jesús, ¿y usted?

jueves, 22 de noviembre de 2012

Verdadera seguridad


En los últimos años el mundo ha sido testigo de imponentes tormentas, huracanes y deslaves que han ocasionado miles de muertes y pérdidas materiales; hace pocas semanas una de estas mega tormentas azotó los estados unidos llevándose a su paso la estabilidad de muchos ciudadanos norteamericanos. Situaciones como estas me recuerdan el pasaje de Mateo 7:24-al 29:

“Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.  Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena.  Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina. Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraron de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de la ley.

Jesús nos enseña a ver cuál es la fuente de nuestra estabilidad emocional, espiritual y en muchos casos física… sus palabras… sin embargo Jesús no solo se conforma con informarnos acerca de la fuente, sino que tambien nos invita a beber de sus aguas al decirnos : “el que oye mis palabras y las pone en práctica!”… de nada nos sirve el ser responsables por el estudio de la palabra, por la meditación de las escrituras, o aún por el profundo aprendizaje de los versos bíblicos, si no  somos responsables de dar vida a sus palabras, haciéndolas nuestras, practicándolas y viviendo así una vida agradable delante de él.

Durante nuestro tiempo en la tierra podremos vivir innumerables tormentas y huracanes, desde el rechazo hasta una enfermedad terminal, y usted tiene dos alternativas, construir su vida basado en falsas fuentes de seguridad como una relación humana, la religión, el trabajo o la familia, o en su lugar, echar sus cimientos en la inconmovible palabra de Dios, en la obediencia a sus mandamientos y búsqueda de su voluntad; cuando te decides por Dios, la promesa es esta: NO CAERÁS.

¿Qué decides?

martes, 20 de noviembre de 2012

Hágase tu voluntad


El centro del universo… hace siglos se pensaba que el centro del universo era nuestro amado planeta tierra; tristemente muchos años después descubrimos que eso no era cierto, y que además, ni siquiera éramos el centro de nuestro sistema; que gran decepción!!! Como era esto posible? Si somos el planeta vivo, con mares y ríos, plantas, seres vivientes, inteligencia…  pero no, no somos el centro!!! Como nos cuesta aceptar esa verdad!, en lo individual, nuestra formación dentro de los límites de este mundo nos ha llevado al egocentrismo, a buscar lo propio, a mirar que beneficio podemos sacar de esta o aquella situación, y peor aún, hemos convertido a Dios en el genio de la botella cuyo propósito es nuestra complacencia y deleite, o al menos eso pensamos…

Sin embargo la palabra de Dios es muy clara al mostrarnos que cada uno de nosotros debe anhelar el cumplimiento de su voluntad. En cierta ocasión los discípulos de Jesús le preguntaron acerca de la forma correcta de orar; y me sorprende leer la respuesta del maestro, una respuesta que nos invita a dirigir nuestra mirada, y nuestra atención no hacia nosotros mismos, no hacia nuestros anhelos, deseos o búsqueda de satisfacción, él nos invita a mirar a Dios…

Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra…” Lucas 11:2… Si seguimos leyendo este modelo de oración encontraremos luego el clamor por provisión, por perdón y fortaleza; pero todo esto viene después de mirarlo a Él y pedir el cumplimiento de sus planes para nosotros. Qué bueno es descansar en la promesa de que sus planes para usted y para mí son buenos!!!

El centro de nuestro sistema es el Sol, sin el las plantas no crecen, los cultivos no prosperan, ya las plantas no producirían oxígeno y eventualmente usted y yo moriríamos; sin Dios pasa lo mismo.

Señor hágase tu voluntad!!!

jueves, 15 de noviembre de 2012

Adquiere lo bueno



¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a una situación en la que debes decidir si comprar lo necesario o “lo que te gusta”? ¿Lo útil o lo superficial? ¿Aquello que le da placer al cuerpo o aquello que necesita el cuerpo?... ¿Si miramos nuestros estantes, closets o armarios encontraremos lo necesario, o nos enfrentaremos a un sinfín de artículos cuyo único beneficio es el de llenar nuestros espacios dándonos una aparente abundancia?; sepa usted que generalmente algo similar ocurre en nuestras mentes y corazones; durante nuestra vida empezamos a adquirir, llenar y saciarnos de lo vano, lo superficial y lo “sin sentido” que ofrece este mundo; esto nos da una especie de satisfacción y tal vez una sensación de éxito, pero mi querido amigo(a), cuando nos enfrentamos a nuestra fuente de autoridad, que es la Biblia, la cual nos desnuda y nos deja sin escudos, nos damos cuenta que en realidad lo que tenemos es un gran vacío, o en el mejor de los casos, vidas llenas de lo innecesario.

Si alguien dentro de los escritos Bíblicos encontró algo necesario para vivir, ese sin duda que fue Salomón, el más grande portavoz de consejos prácticos para una buena vida; alcanzó la sabiduría tras un encuentro con Dios en el cual le fue concedido un anhelo de su corazón, Dios le ofreció lo que quisiera, y el quiso SABIDURIA, no riquezas, no fama, no placeres, él no quería llenar su armario de lo vano y lo superficial, el pidió SABIDURIA. Siempre me pregunté ¿Por qué? ¿Que había de diferente en Salomón que lo impulso a decidirse por lo necesario?... tal vez si leemos detenidamente Proverbios 4:1-9 encontremos la respuesta:

“Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia. Yo les brindo buenas enseñanzas, así que no abandonen mi instrucción. Cuando yo era pequeño y vivía con mi padre, cuando era el niño consentido de mi madre, mi padre me instruyó de esta manera:
    «Aférrate de corazón a mis palabras; obedece mis mandamientos, y vivirás. Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas. No abandones nunca a la sabiduría, y ella te protegerá;  ámala, y ella te cuidará. La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. Estima a la sabiduría, y ella te exaltará; abrázala, y ella te honrará; te pondrá en la cabeza una hermosa diadema; te obsequiará una bella corona.»”

La respuesta a mi pregunta es “ANHELO”… Salomón aprendió a anhelar más que el aire el ser sabio, su Padre, el Rey David, le había enseñado que la sabiduría era el bien más preciado del hombre, que ante toda búsqueda y anhelo, lo primero era el ser sabio…. Salomón creció con un anhelo y cuando el Altísimo le visitó y le preguntó ¿Qué deseas?, entonces Salomón sin dudas, sin titubear, con un sentimiento de expectación y con una voz cargada de esperanza exclamó en su corazón: “yo te ruego que le des a tu siervo discernimiento…”(1 Reyes 3:9)…

¿Qué es lo que más anhelas hoy? Disculpa si esta pregunta te confronta… acaso será un bien material? O tal vez una familia? Fama? Estabilidad económica? Éxito ministerial? Reconocimiento? Salud? Paz?.... Salomón pidió el más grande pero menospreciado tesoro, y en respuesta recibió esto:

“Al Señor le agradó que Salomón pidiera sabiduría. Así que le respondió: Como pediste sabiduría para gobernar a mi pueblo con justicia y no has pedido una larga vida, ni riqueza, ni la muerte de tus enemigos,  ¡te concederé lo que me has pedido! Te daré un corazón sabio y comprensivo, como nadie nunca ha tenido ni jamás tendrá.  Además, te daré lo que no me pediste: riquezas y fama. Ningún otro rey del mundo se comparará a ti por el resto de tu vida.  Y si tú me sigues y obedeces mis decretos y mis mandatos como lo hizo tu padre David, también te daré una larga vida.” (1 reyes 3:10-14 NTV)

Anhela la sabiduría que viene de Dios, cuyo principio es temerle, honrarle y obedecerle… búscale día a día, de seguro, Él te guiará para vivir a plenitud aquí y en la eternidad.

“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” Mateo 6:33 RV60

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ojos hacia el cielo



Esperar!!! ¿a quién le gusta?... en un mundo como el nuestro tan acostumbrado a lo instantáneo, cada vez es más difícil forjar nuestra paciencia. Queremos resultados inmediatos, procesos veloces y sin obstáculos, la comida, el inicio de la película, la apertura de la página de internet, las visitas al banco, y por supuesto llegar a nuestro destino sin colas; y que decir de nuestros encuentros con alguien?... minutos de espera parecen horas; y ninguna excusa es válida para un retraso. Un fenómeno ocurre cuando se trata de esperar la llegada de alguien, y es que, podrías sorprenderte mirando incesantemente hacia la dirección de donde se supone la persona llegará (como si esto acelerará sus pasos, o como si la espera se haría menor); una y otra vez miramos, miramos y miramos, hasta que al fin el rostro esperado entra en escena.

Pensando en esto me pregunto: ¿será que como cristianos esperamos con tantas ansias la venida de nuestro salvador? ¿será que nos hemos distraído tanto con lo que nos rodea que ya perdimos el interés en la llegada del redentor?. Apocalipsis 1:7 dice “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron, y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Si, amén. 

Cristo viene!!! De eso no hay duda, al igual que en una cita terrenal pero con la fidelidad que lo caracteriza, el prometió venir, volver a esta tierra que lo vio morir y resucitar, volver por usted, y por mí, por los que le hemos reconocido y aceptado su salvación, volver para llevarnos a las moradas prometidas, volver para quitar toda lagrima, toda enfermedad, todo dolor, angustia o desesperanza, volver para volver incorruptible lo corruptible, para dar gozo eterno, propósito eterno, VIDA ETERNA… Si, EL VIENE… y todo ojo le verá.

Esperar a alguien con anhelo cambia tu enfoque, te hace prestar atención a los detalles, a esas pequeñas cosas que sabes agradarán a tu invitado cuando llegue; esperar con anhelo a Jesús hace lo mismo, nos lleva a vivir vidas que le agraden, para que cuando llegue encuentre todo en orden. 

Nuestro Rey viene con las nubes… ¿estas mirando hacia arriba?

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Santidad



Dios ha depositado su Espíritu Santo en cada uno de nosotros desde aquel hermoso día en el que decidimos abrirle nuestro corazón y aceptar la obra redentora que hizo por nosotros al morir por nuestras culpas. Y desde ese día comenzó en nosotros una búsqueda, un anhelo, un deseo incesante que como un fuego arde en nuestros corazones… SANTIDAD… es nuestro deseo, es su deseo, es nuestra meta, El nos alienta, es la cima a conquistar, El es nuestro patrocinador; no en vano lo expresa el escritor… “es propósito de Dios vuestra santificación…” 1Tesalonicenses 4:3…

Hace unos días leyendo un libro me encontré con una historia real, no solo para los personajes que la protagonizan, sino también para cada creyente que sigue despertando día a día; en esta historia un guardia de seguridad en un parque natural está sorprendido por la cantidad de peces que cierto hombre saca cada día de las tranquilas aguas, eran muchísimos en comparación con lo que otros pescadores obtenían luego de una jornada agotadora; el guarda pide una explicación, pero obtiene mucho mas, una invitación a ver con sus propios ojos la estrategia pesquera… juntos se embarcan y al llegar al centro del lago, el guardia queda atónito al ver al pescador sacar de su bolso un cartucho de dinamita, lo enciende, lo lanza a agua, bum!!!!... peces flotan, la red es lanzada, pesca milagrosa!!!... El guardia sobresaltado reclama al hombre sus acciones, lo amenaza con prisión y multas… de pronto la voz del pescador se hace escuchar: “¿va a seguir gritando o va a agarrar peces?”. Tentación!!!... de pronto aquel recto hombre amante del cumplimiento de la ley se encuentra “con un cartucho de dinamita en las manos”…

Cuantas veces luchamos con situaciones como estas?... cuantas veces luchamos con ser santos y sentimos que cada vez es mas difícil?... Dios es tu ayudador, es tu fortaleza y tu castillo, si ahora mismo, tienes un cartucho de dinamita en tus manos, suéltalo en oración, ruega a Dios por fortaleza ante las pruebas, tentaciones y ocasiones de caer, El te oirá!!!

Sed santos, porque yo soy santo!!! 1°Pedro 1:16

Amor eterno



“El amor eterno de Jehová hacia Israel”, es un hermoso título para el capítulo 54 del libro del profeta Isaías, este, es sin dudas una de las porciones de las escrituras más esperanzadoras y reconfortantes, pues se muestra la intención de Dios de traer regocijo, abundancia, paz y seguridad a su pueblo. Si tan solo lográramos dejar de ser oidores olvidadizos y nos refugiáramos en las palabras de Dios, de seguro las sonrisas no se borrarían nunca de nuestros rostros. 

Uno de los versos más resaltantes de este capítulo es el versículo 10, que expresa “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo jehová, el que tiene misericordia de ti”… y esas misericordias son nuevas día a día. Sin importar lo grande de tus obstáculos, lo constante de tus luchas o lo duro de tus batallas, El Señor te dice hoy: “No se apartará de ti mi misericordia y mi paz”… ¿lo crees?.

Alguno dirá, las promesas de Dios no son para mí, sin embargo te recuerdo que Dios mismo ha determinado en su palabra que “Si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.” Gal 3:29; así que, usted y yo hemos sido escogidos como herederos de las promesas de Dios, que son, promesas de bendición y gozo, por cuanto Dios le dijo a Abraham “en ti serán benditas todas las naciones”, ALELUYA!!!

“El amor eterno de Jehová hacia Israel” es el título de Isaías 54, pero creo que tambien puede ser hoy el título de tu historia; para mí, es “el amor eterno de Jehová hacia Ángel”, ¿y para usted?; creo firmemente que Dios me ama y su amor por mí nunca dejará de ser.
En medio de la tormenta, allí esta Dios, en medio del dolor, allí esta Dios, en medio de la soledad física, allí esta Dios, en medio de las carencias, allí esta Dios, en medio de la crisis, allí esta Dios; busca hoy refugio en El, y experimenta su amor, su misericordia y su paz.