lunes, 25 de febrero de 2013

¿Te conviene?


Las escrituras bíblicas son claras respecto al nivel de pureza que Dios espera que como sus hijos tengamos, y es, absoluta pureza. Mateo 5:48 es una clara muestra de esto: “sed pues vosotros perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”… El plan de Dios para la vida del hombre es en santidad, rectitud e integridad, no de acuerdo a nuestra perspectiva, sino de acuerdo a la suya, la cual podemos conocer a través de las penetrantes líneas de la palabra de Dios. En la Biblia están escritas todas las leyes, los planes, mandamientos y designios de Dios para cada creyente.

Hay en la Biblia un versículo que resalta poderosamente entre otros y confronta nuestras vidas hacia la santidad; este versículo lo encontramos en 1° Corintios 10:23 que expresa: “todo me es lícito pero no todo conviene, todo me es lícito pero no todo edifica”. Este pasaje abiertamente nos advierte acerca del tomar decisiones erradas al aceptar en nuestras vidas el hacer cosas que en vez de edificar y ser convenientes para nuestra búsqueda de ser perfectos en Cristo Jesús lo que hacen es retrasar nuestro crecimiento espiritual haciéndonos víctimas de un estancamiento en nuestra relación con Dios.

La vida está llena de este tipo de situaciones; son aquellas cosas que superficialmente no parecen tener nada malo, pero que al ver su trasfondo, o las cosas que vienen asociadas a eso, nos damos cuenta que son terribles para un Cristiano. Así, antes de tomar la decisión de involucrarnos en algo o con alguien, debemos hacernos la pregunta ¿me conviene?¿me edifica?¿es provechoso para mi relación con Dios?¿ensuciará el templo de Dios que soy yo?... se que en cierto sentido esto podría sonar extremo…. Pero acaso ¿ser perfectos no es extremo? Y esa es la voluntad de Dios.

“sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” Mt 5:48

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