Hace algunos años trabajé en una
empresa que realizaba auditorias contables a diferentes compañías, las
auditorias consistían en comprobar a través de diferentes pruebas, que los
procesos contables y procedimientos administrativos que hacia la compañía estaban
bien ejecutados. En una ocasión auditamos
una empresa de venta de alimentos,
y una de las pruebas era hacer un conteo
del dinero en las cajas registradoras para verificar que el monto coincidía con el
registro de la caja; como la suma era alta, no se podía contar sumando solo en la cabeza… era
necesaria una calculadora!!!... Sin ella, el proceso sería demasiado difícil y arduo. ¡Qué bueno es contar con
herramientas que facilitan los procesos!... para un agricultor tal vez es un pico y una pala,
para un carpintero será un serrucho y un
martillo… pero que de los Cristianos???
El pueblo de Dios trabaja cada
día para hacer cumplir la voluntad de Dios en la tierra, para extender su reino
y para vivir como es digno del Señor;
para muchos, igual que lo fue para mí con
el dinero en aquella caja, estas labores del día a día cristiano son
arduas y difíciles; asuntos como mantener la santidad en un mundo de pecado,
compartir el evangelio con otros que te desprecian, contribuir con el
crecimiento de la Iglesia y más, son tareas que requieren empeño y fortaleza; por
esto, seria excelente contar con herramientas que hagan esas experiencias no
solo más fáciles sino placenteras. La buena noticia es que estas herramientas
existen
La Biblia dice que:
“Nunca se apartará de tu boca
este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8 RV60
La Biblia es la herramienta para
vivir próspero y en victoria… ella es dirección, ella es luz, ella es sustento,
ella es fortaleza, ella es ánimo, ella es bendición, ella es la palabra de
Dios. Cuando convertimos la Biblia en nuestra única fuente de fe y práctica,
ella nos ayuda para que cada proceso de nuestras vidas y cada tarea del día a
día encuentren un fluir sin obstáculos cuyo fin no es otro sino “que las cosas salen bien”.
“Toda la Escritura es inspirada
por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que
está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a
hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para
que haga toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16-17 NTV