viernes, 14 de marzo de 2014

Cumplimiento

¿Alguna vez te han decepcionado porque te prometieron algo y no lo cumplieron?... si tu respuesta es sí, te aseguro que formas parte de un grupo de millones de personas que han pasado por lo mismo, de hecho, es tan frecuente el sentirse defraudado por promesas no cumplidas que la humanidad ha hecho de la “confianza” un valor que parece más bien un tesoro escondido.  Sin embargo, y a pesar de tantas experiencias negativas, como seres humanos tenemos la oportunidad de experimentar una relación en la que las promesas siempre se cumplen…

En el marco de la historia de la redención por medio del Mesías, muchísimos años antes de su llegada, ya profetas habían afirmado no solo su venida al mundo, sino tambien los padecimientos que este tendría; lo interesante y a la vez sorprendente de esto es que ese “Mesías” del que habla Isaías  en el 53:3 diciendo “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebrantos…” conocía su destino, y los sufrimientos que tendría que enfrentar, PERO AÚN ASÍ VINO AL MUNDO… de modo que fue encarnado y se llamó su nombre Jesús, y El mismo, en Mateo 20:18-19 expresa:

18 «Escuchen —les dijo—, subimos a Jerusalén, donde el Hijo del Hombre será traicionado y entregado a los principales sacerdotes y a los maestros de la ley religiosa. Lo condenarán a muerte. 19 Luego lo entregarán a los romanos para que se burlen de él, lo azoten con un látigo y lo crucifiquen; pero al tercer día, se levantará de los muertos».

Y aun sabiéndolo, FUE A JERUSALÉN para cumplir con el plan… La actitud de Jesús es sin lugar a dudas una muestra increíble de su fidelidad en el cumplimiento de sus planes y sus promesas… por ejemplo, dijo que enviaría al consolador (Jn 14:16) y lo envió (Hch 2:1-13), y así mismo,  no ha fallado a ninguna de sus promesas. La Biblia afirma que:

Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá? Números 23:19

De modo que, si has perdido toda confianza por promesas que no se cumplieron, te invito a poner tu fe y confianza en Jesús, el que nunca falla, el que no defrauda, el que siempre estará allí. El restaurará por completo tu corazón y volverás a sonreír, podrás perdonar y ser libre.


Más que una oración

Siempre me ha llamado la atención ver a personas "entregar" su vida a Cristo a través de una oración, confiadas en que las palabras pronunciadas en esa confesión de fe son todo lo necesario para alcanzar la salvación; al parecer tienen una concepción algo mística del asunto al tomar la oración del pecador como una especie de conjuro mágico que al ser pronunciado con convicción te abre las puertas del cielo. Y, aunque ciertamente la Biblia nos habla de una confesión verbal en Romanos 10:9 como paso para la salvación, debemos comprender que en el contexto, esa confesión representaba una declaración de muerte en un tiempo donde cada seguidor de Cristo era perseguido, por lo que una confesión de fe en Jesucristo como Señor era un acto que solo alguien dispuesto a dar su vida a Dios por entero haría. Lo que quiero decir es que la Salvación no se alcanza por una oración, eso tan solo es la puerta, una que se abre por la fe. Pero la Biblia nos enseña que la fe (único requisito para la salvación) debe ser al igual que el amor, demostrativa. Leamos lo siguiente: Santiago 2:14-19

14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

Este pasaje nos hace ver que la verdadera fe conlleva una vida transformada a los propósitos de Dios, por lo que una oración sin transformación es paralelo a una fe muerta, a lo cual Santiago pregunta... Podrá la fe salvarle???

En cierta ocasión Jesús tocó la vida de un hombre llamado Zaqueo, publicano y hombre odiado por sus iguales. Este hombre recibe a Jesús en su casa reconociendo a Jesús como maestro y mesías... En este encuentro Zaqueo dice: "Señor daré la mitad de mis riquezas a los pobres y,si estafé a alguien con sus impuestos, lo devolveré cuatro veces"... Lucas 19:8 NVI, sin duda que este hombre tenia fe en Jesús y su fe lo movió a acciones de piedad... El mostró su fe con sus obras...

Jesús al oírlo exclamó: "la salvación ha llegado a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham" Lucas 19:9 NVI.... Lo notaste? Jesús dijo "ha demostrado"...

La verdadera salvación se demuestra..