¿Alguna vez te han decepcionado porque te prometieron algo y
no lo cumplieron?... si tu respuesta es sí, te aseguro que formas parte de un
grupo de millones de personas que han pasado por lo mismo, de hecho, es tan
frecuente el sentirse defraudado por promesas no cumplidas que la humanidad ha
hecho de la “confianza” un valor que parece más bien un tesoro escondido. Sin embargo, y a pesar de tantas experiencias
negativas, como seres humanos tenemos la oportunidad de experimentar una
relación en la que las promesas siempre se cumplen…
En el marco de la historia de la redención por medio del Mesías,
muchísimos años antes de su llegada, ya profetas habían afirmado no solo su venida
al mundo, sino tambien los padecimientos que este tendría; lo interesante y a
la vez sorprendente de esto es que ese “Mesías” del que habla Isaías en el 53:3 diciendo “Despreciado y desechado
entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebrantos…” conocía su
destino, y los sufrimientos que tendría que enfrentar, PERO AÚN ASÍ VINO AL
MUNDO… de modo que fue encarnado y se llamó su nombre Jesús, y El mismo, en
Mateo 20:18-19 expresa:
18 «Escuchen —les dijo—, subimos a Jerusalén,
donde el Hijo del Hombre será traicionado y entregado a los principales
sacerdotes y a los maestros de la ley religiosa. Lo condenarán a muerte. 19 Luego
lo entregarán a los romanos para que se burlen de él, lo azoten con un
látigo y lo crucifiquen; pero al tercer día, se levantará de los muertos».
Y aun sabiéndolo, FUE A JERUSALÉN para cumplir con el plan…
La actitud de Jesús es sin lugar a dudas una muestra increíble de su fidelidad
en el cumplimiento de sus planes y sus promesas… por ejemplo, dijo que enviaría
al consolador (Jn 14:16) y lo envió (Hch 2:1-13), y así mismo, no ha fallado a ninguna de sus promesas. La
Biblia afirma que:
Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para
que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo
cumplirá? Números 23:19
De modo que, si has perdido toda confianza por promesas que
no se cumplieron, te invito a poner tu fe y confianza en Jesús, el que nunca
falla, el que no defrauda, el que siempre estará allí. El restaurará por
completo tu corazón y volverás a sonreír, podrás perdonar y ser libre.