jueves, 31 de enero de 2013

Falsa Seguridad


Muy breve es la vida que me has dado; ante ti, mis años no son nada. Un soplo nada más es el mortal, un suspiro que se pierde entre las sombras. Ilusorias son las riquezas que amontona, pues no sabe quién se quedará con ellas. Y ahora, Señor, ¿qué esperanza me queda? ¡Mi esperanza he puesto en ti! Salmo 39:5-7


Siempre me ha gustado comparar la vida terrenal con la vida eterna, aquí, serán tal vez ochenta años (si comemos sano, nos ejercitamos y Dios lo permite); pero la eternidad que viviremos en Cristo no tiene límites, no tiene tiempos, no tiene fin; sin embargo, el hombre ha permitido que su visión se acorte al punto de solo interesarse por lo terrenal y pasajero, todos sus esfuerzos  se centran en la estabilidad económica, en la provisión diaria, en el mantenimiento de un status, en la satisfacción del cuerpo o en el mal interpretado concepto de “disfrutar la vida”, y cuando nos damos cuentas, ya esa vida se ha ido dejándonos lindos recuerdos pero un enorme vacío.

El salmista nos exhorta  a entender que el amontonar riquezas da una  falsa seguridad, él dice: “ilusoria son las riquezas  que amontona…”, no diciendo con esto que debemos salir de nuestros trabajos y no buscar más recursos para sostenernos, de hecho, la Biblia nos dice que el Apóstol Pablo le daba una clara instrucción a la Iglesia de Tesalónica diciéndole: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” 2 Tes 3:10b… pero lo que el Salmista si nos declara es que las riquezas que podamos acumular en esta vida, así como los recuerdos hermosos, nuestros seres queridos, nuestro trabajo o cualquier otra cosa que podamos recibir y guardar no nos proveen una seguridad verdadera… todo eso lo podemos perder, nuestros amigos y familiares podrían darnos las espalda, nuestras mentes podrían olvidar los recuerdos, entonces… ¿Qué esperanza tenemos? ¿en quién podemos confiar plenamente? ¿Quién puede darle seguridad a nuestra vida?.... hay una sola respuesta… JESUS.

El escritor de los salmos declara: “y ahora, Señor, ¿Qué esperanza me queda? ¡Mi esperanza he puesto en ti! Sal 39:7… y cuando ponemos nuestra confianza en Jesús, algo especial sucede, todo en nuestras vidas toma orden, nuestras relaciones, nuestras finanzas, nuestra vida entera!!!

Si no has entregado tu vida por completo a Dios, ahora es el tiempo!!! Ven a la única fuente verdadera de seguridad… Jesucristo

No hay comentarios:

Publicar un comentario