Hace pocos días vivimos el inicio
de este nuevo año; algunos en familia, otros con amigos, quizás en casa, en
algún lugar turístico, trabajando, algunos otros en camas de hospitales, otros
viendo televisión, y aunque usted no lo crea, seguro que muchos durmiendo;
recuerdos, añoranzas, alegrías mezcladas con nostalgias, decepción,
resoluciones, sueños, nuevas metas, perdón, reconciliación y más… toda una
mezcla de sentimientos donde al más duro se le asoma una lagrima en los ojos;
pero, por un momento dejemos de lado los recuerdos y las expectativas del
porvenir, y concentremos nuestro pensamiento en el básico pero sorprendente suceso
que aconteció justo a las 12:00 a.m.…. UN NUEVO AÑO, mis ojos y tus ojos miran
un nuevo año, un nuevo tiempo, una nueva oportunidad de hacer las cosas bien,
un nuevo lienzo en blanco para pintar nuestras vidas, un nuevo libro de páginas
blancas para redactar una espléndida historia.
Pero ahora miremos más atrás, si,
detrás del escenario, detrás de lo que se ve, detrás de la emoción del momento,
miremos al autor del milagro, al dueño de los tiempos, al que sostiene al mundo
con sus manos, miremos a Dios: “Él hace que salga el sol sobre malos y buenos,
y que llueva sobre justos e injustos.” Mateo 5:45b. Él es quien tiene el poder
sobre el sol, pues fue quien lo creo, es quien lo hace salir cada día para
darnos luz, calor y vida.
Tal vez te has acostumbrado tanto
a recibir nuevos años que te has olvidado de quien te ha concedido la
oportunidad de hacerlo, o tal vez le reconoces pero tu agradecimiento es tan
superficial que en realidad no le prestas mucha atención; Dios merece toda
nuestra atención, sí que la merece; Él tiene planes para ti en este año, Él
tiene sueños que cumplir sobre tu vida, hay retos que encarar y que en su
corazón ha guardado para que en este tiempo los realices tomado de su mano… Al
recibir el año seguramente abrazaste a alguien, algún familiar o amigo y
disfrutaste al saber que estaba allí; te invito a que ahora mismo abraces a
Jesús en oración, te goces al saber que está contigo, le hagas saber cuan
agradecido estas de que te permitiera ver este nuevo año y tu disposición de
hacer su voluntad cada día!!!
Gracias Dios por este nuevo año,
enséñanos a vivirlo para tu gloria!!!
Enséñanos a contar bien nuestros
días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. Salmo 90:12
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