Esperar!!! ¿a quién le gusta?... en un mundo como el nuestro
tan acostumbrado a lo instantáneo, cada vez es más difícil forjar nuestra
paciencia. Queremos resultados inmediatos, procesos veloces y sin obstáculos,
la comida, el inicio de la película, la apertura de la página de internet, las
visitas al banco, y por supuesto llegar a nuestro destino sin colas; y que
decir de nuestros encuentros con alguien?... minutos de espera parecen horas; y
ninguna excusa es válida para un retraso. Un fenómeno ocurre cuando se trata de
esperar la llegada de alguien, y es que, podrías sorprenderte mirando
incesantemente hacia la dirección de donde se supone la persona llegará (como
si esto acelerará sus pasos, o como si la espera se haría menor); una y otra
vez miramos, miramos y miramos, hasta que al fin el rostro esperado entra en
escena.
Pensando en esto me pregunto: ¿será que como cristianos
esperamos con tantas ansias la venida de nuestro salvador? ¿será que nos hemos
distraído tanto con lo que nos rodea que ya perdimos el interés en la llegada
del redentor?. Apocalipsis 1:7 dice “He aquí que viene con las nubes, y todo
ojo le verá, y los que le traspasaron, y todos los linajes de la tierra harán
lamentación por él. Si, amén.
Cristo viene!!! De eso no hay duda, al igual que en una cita
terrenal pero con la fidelidad que lo caracteriza, el prometió venir, volver a
esta tierra que lo vio morir y resucitar, volver por usted, y por mí, por los
que le hemos reconocido y aceptado su salvación, volver para llevarnos a las
moradas prometidas, volver para quitar toda lagrima, toda enfermedad, todo
dolor, angustia o desesperanza, volver para volver incorruptible lo
corruptible, para dar gozo eterno, propósito eterno, VIDA ETERNA… Si, EL VIENE…
y todo ojo le verá.
Esperar a alguien con anhelo cambia tu enfoque, te hace
prestar atención a los detalles, a esas pequeñas cosas que sabes agradarán a tu
invitado cuando llegue; esperar con anhelo a Jesús hace lo mismo, nos lleva a
vivir vidas que le agraden, para que cuando llegue encuentre todo en orden.
Nuestro Rey viene con las nubes… ¿estas mirando hacia
arriba?
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