Todas las noches, al llegar a casa después de un largo día
de trabajo, lo que más anhelo es lanzarme a la cama, reposar mi cabeza sobre la
almohada y descansar… sin embargo justo cuando me dispongo a sentarme sobre la
cama, una voz dulce pero firme me dice “no te sientes en la cama con la ropa
sucia” (por cierto la dulce voz, es la de mi esposa), y continua “si quieres
descansar primero cámbiate la ropa y ponte algo limpio”… que gran similitud con
la vida cristiana; fíjate con atención lo que el Apóstol Pablo escribe en su
carta a los Efesios 4:22-24 donde expresa:
“Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó
que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida
por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza,
creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. NVI…
Con esto, a usted y a mí se nos está dando la misma
exhortación que mi esposa me hace cada noche, pero con un enfoque en lo
espiritual; medite en esto: en su día a
día sin Cristo usted llenó su vida de la suciedad de este mundo, manchas de
pecados, de malos pensamientos y acciones, han colmado su existencia de lo
que no agrada a Dios, pero ahora, por su
misericordia, el nos ha recibido en su
casa, nos ha dado nueva vida y es en definitiva una vida abundante y de
descanso por su gracia. Pero note que para el disfrute y verdadero descanso que
Dios ofrece, se nos hace este llamado “quítate las ropas sucias por el pecado y
vístete con ropas limpias por la presencia de Cristo en usted”, solo así
experimentaras verdadero descanso, gozo y vida abundante.
La nueva vida en Cristo no puede vivirse con las ropas
sucias, así que mejor has algo ahora mismo, habla con Dios en oración,
muéstrale tus ropas sucias, pídele perdón y despójate de ellas… lávate y ponte
la ropa nueva y limpia de “una vida santa delante de Dios”, y ahora
si….DESCANSA!!!
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