jueves, 15 de noviembre de 2012

Adquiere lo bueno



¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a una situación en la que debes decidir si comprar lo necesario o “lo que te gusta”? ¿Lo útil o lo superficial? ¿Aquello que le da placer al cuerpo o aquello que necesita el cuerpo?... ¿Si miramos nuestros estantes, closets o armarios encontraremos lo necesario, o nos enfrentaremos a un sinfín de artículos cuyo único beneficio es el de llenar nuestros espacios dándonos una aparente abundancia?; sepa usted que generalmente algo similar ocurre en nuestras mentes y corazones; durante nuestra vida empezamos a adquirir, llenar y saciarnos de lo vano, lo superficial y lo “sin sentido” que ofrece este mundo; esto nos da una especie de satisfacción y tal vez una sensación de éxito, pero mi querido amigo(a), cuando nos enfrentamos a nuestra fuente de autoridad, que es la Biblia, la cual nos desnuda y nos deja sin escudos, nos damos cuenta que en realidad lo que tenemos es un gran vacío, o en el mejor de los casos, vidas llenas de lo innecesario.

Si alguien dentro de los escritos Bíblicos encontró algo necesario para vivir, ese sin duda que fue Salomón, el más grande portavoz de consejos prácticos para una buena vida; alcanzó la sabiduría tras un encuentro con Dios en el cual le fue concedido un anhelo de su corazón, Dios le ofreció lo que quisiera, y el quiso SABIDURIA, no riquezas, no fama, no placeres, él no quería llenar su armario de lo vano y lo superficial, el pidió SABIDURIA. Siempre me pregunté ¿Por qué? ¿Que había de diferente en Salomón que lo impulso a decidirse por lo necesario?... tal vez si leemos detenidamente Proverbios 4:1-9 encontremos la respuesta:

“Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia. Yo les brindo buenas enseñanzas, así que no abandonen mi instrucción. Cuando yo era pequeño y vivía con mi padre, cuando era el niño consentido de mi madre, mi padre me instruyó de esta manera:
    «Aférrate de corazón a mis palabras; obedece mis mandamientos, y vivirás. Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas. No abandones nunca a la sabiduría, y ella te protegerá;  ámala, y ella te cuidará. La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. Estima a la sabiduría, y ella te exaltará; abrázala, y ella te honrará; te pondrá en la cabeza una hermosa diadema; te obsequiará una bella corona.»”

La respuesta a mi pregunta es “ANHELO”… Salomón aprendió a anhelar más que el aire el ser sabio, su Padre, el Rey David, le había enseñado que la sabiduría era el bien más preciado del hombre, que ante toda búsqueda y anhelo, lo primero era el ser sabio…. Salomón creció con un anhelo y cuando el Altísimo le visitó y le preguntó ¿Qué deseas?, entonces Salomón sin dudas, sin titubear, con un sentimiento de expectación y con una voz cargada de esperanza exclamó en su corazón: “yo te ruego que le des a tu siervo discernimiento…”(1 Reyes 3:9)…

¿Qué es lo que más anhelas hoy? Disculpa si esta pregunta te confronta… acaso será un bien material? O tal vez una familia? Fama? Estabilidad económica? Éxito ministerial? Reconocimiento? Salud? Paz?.... Salomón pidió el más grande pero menospreciado tesoro, y en respuesta recibió esto:

“Al Señor le agradó que Salomón pidiera sabiduría. Así que le respondió: Como pediste sabiduría para gobernar a mi pueblo con justicia y no has pedido una larga vida, ni riqueza, ni la muerte de tus enemigos,  ¡te concederé lo que me has pedido! Te daré un corazón sabio y comprensivo, como nadie nunca ha tenido ni jamás tendrá.  Además, te daré lo que no me pediste: riquezas y fama. Ningún otro rey del mundo se comparará a ti por el resto de tu vida.  Y si tú me sigues y obedeces mis decretos y mis mandatos como lo hizo tu padre David, también te daré una larga vida.” (1 reyes 3:10-14 NTV)

Anhela la sabiduría que viene de Dios, cuyo principio es temerle, honrarle y obedecerle… búscale día a día, de seguro, Él te guiará para vivir a plenitud aquí y en la eternidad.

“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” Mateo 6:33 RV60

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