Seguramente en algún momento de
tu vida has experimentado la ansiedad y expectativa por un acontecimiento importante
que está por ocurrir… trata de recordar la sensación de emoción que sentiste la noche antes de casarte, o tal vez
antes de tu graduación, algunos podrán hacer memoria de ese palpitar acelerado
por saber que al próximo día verían a la persona amada o sería el primer día en tu nuevo empleo. La verdad
son muchas las situaciones que nos pueden llevar a ese estado de alegría casi
incontenible.
De la misma manera el cristiano,
experimenta un gozo indescriptible cuando se
da cuenta de la inmensa
oportunidad de encontrarse con Dios a través, por ejemplo, de un tiempo
devocional. Entender que como hijos de Dios se nos han sido abiertas las
puertas para una relación real y personal con Dios a través de Jesús
produce una sensación de emoción que solo es atenuada cuando nos
sumergimos en las aguas de su presencia y quedamos saciados. De seguro este
gozo era parte del Salmista cuando expresó:
“Despertar y verme en tu
presencia será mi mayor alegría” salmo 17:15b TLA
Cada mañana se nos vuelve a dar la oportunidad de gozar de la presencia
de Dios, no solo en lo personal, sino incluso en un nivel congregacional a través
de la Iglesia. Esa oportunidad no debe ser desaprovechada; de hecho debe
producir la “mayor alegría” que el corazón del creyente pueda experimentar…
Pero… Es la presencia de Dios lo
que te produce mayor gozo?... Si tu respuesta es SI, entonces debes saber que
siempre puedes buscarle seguro de que lo
encontrarás y te saciarás en El, pero si tu respuesta es NO, no pierdas más el
tiempo, pon tu corazón y voluntad en las manos de Dios, búscale en oración
y pide que por medio del espíritu Santo
tu vida sea apasionada por El.
Que el mañana sea lo más esperado
porque sabes que El estará contigo.
BENDICIONES
Ángel Martínez Jr.
Ángel Martínez Jr.
Pastor Asociado IBAV
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