viernes, 14 de marzo de 2014

Más que una oración

Siempre me ha llamado la atención ver a personas "entregar" su vida a Cristo a través de una oración, confiadas en que las palabras pronunciadas en esa confesión de fe son todo lo necesario para alcanzar la salvación; al parecer tienen una concepción algo mística del asunto al tomar la oración del pecador como una especie de conjuro mágico que al ser pronunciado con convicción te abre las puertas del cielo. Y, aunque ciertamente la Biblia nos habla de una confesión verbal en Romanos 10:9 como paso para la salvación, debemos comprender que en el contexto, esa confesión representaba una declaración de muerte en un tiempo donde cada seguidor de Cristo era perseguido, por lo que una confesión de fe en Jesucristo como Señor era un acto que solo alguien dispuesto a dar su vida a Dios por entero haría. Lo que quiero decir es que la Salvación no se alcanza por una oración, eso tan solo es la puerta, una que se abre por la fe. Pero la Biblia nos enseña que la fe (único requisito para la salvación) debe ser al igual que el amor, demostrativa. Leamos lo siguiente: Santiago 2:14-19

14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

Este pasaje nos hace ver que la verdadera fe conlleva una vida transformada a los propósitos de Dios, por lo que una oración sin transformación es paralelo a una fe muerta, a lo cual Santiago pregunta... Podrá la fe salvarle???

En cierta ocasión Jesús tocó la vida de un hombre llamado Zaqueo, publicano y hombre odiado por sus iguales. Este hombre recibe a Jesús en su casa reconociendo a Jesús como maestro y mesías... En este encuentro Zaqueo dice: "Señor daré la mitad de mis riquezas a los pobres y,si estafé a alguien con sus impuestos, lo devolveré cuatro veces"... Lucas 19:8 NVI, sin duda que este hombre tenia fe en Jesús y su fe lo movió a acciones de piedad... El mostró su fe con sus obras...

Jesús al oírlo exclamó: "la salvación ha llegado a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham" Lucas 19:9 NVI.... Lo notaste? Jesús dijo "ha demostrado"...

La verdadera salvación se demuestra..


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