lunes, 16 de febrero de 2015

Aprendiendo a vivir con sabiduria


Nota: Debes tener la Biblia a la mano para estudiar este devocional.

Muchas personas han aprendido y practicado diferentes actos o rituales para provocar la prosperidad y el éxito en el porvenir; cosas como Globos del deseo, Ley de la Siembra, Fuegos artificiales o pasear una maleta al término del año son muy comunes en nuestros tiempos. Sin embargo la Biblia es consistente en aclararnos cuales son realmente los elementos que intervienen en que nos vaya bien.

Por un lado tenemos “LA PROVIDENCIA DE DIOS”, Dios es invariable, poderoso, con planes perfectos, con absoluta sabiduría; la Biblia dice de Él lo siguiente: ¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero? Romanos 11:33-34

Por otro lado encontramos “NUESTRA FORMA DE VIVIR”, esto, porque aunque todo lo debemos a Dios, nuestro andar en santidad o pecado afectará el obrar de Dios en nuestras vidas. Cada cristiano se encuentra en un nivel distinto de sabiduría y relación con Dios, y cada uno debe reconocer como de alta prioridad lo importante que es aumentar su sabiduría para poder vivir de forma que agrade a Dios y así poder experimentar el bien de Jehová.

Quiero aclarar que esto no se trata de vivir “por la bendición”, se trata de entender que en la medida en que mi vida es agradable a Dios, podré gozar de su mover en mi vida y en mi entorno. Por esto quiero exponerte tres necesidades que todo creyente tiene en lo que concierne a la sabiduría:

1  Es necesario un continuo auto-examen: En Santiago 3 (En el contexto de la lengua y las relaciones con otros), se nos dan principios acerca de la sabiduría. En los versos 13 y 14 (leer) se nos enseña que lo que indica cuan sabio somos es nuestra buena conducta mostrada con obras. Así, el concepto bíblico de Sabiduría no se queda en lo intelectual o lo analítico, no es solo saber que hacer, ser perspicaz, etc… se trata de que al final “ACTUEMOS BIEN”… de nada sirve saber mucho si al final actúas erróneamente. LA ÚNICA FORMA DE MEDIR TU SABIDURÍA ES SOMETIENDO A PRUEBA TUS OBRAS (Leer Gálatas 6:4). ¿Cómo son tus reacciones? ¿Qué uso le das a tu lengua?, ¿Qué tal tus pensamientos? ¿estas sirviendo al prójimo? ¿y el evangelismo? ¿Cómo van tus relaciones? Piénsalo.

2  Es necesario desechar la sabiduría humana: Lee Santiago 3:15-16. Estos textos nos aseveran que actuar sin Dios es provocar para nuestra vida confusión y toda clase de cosas malas. El mundo reconoce a Aristóteles, Platón y otros filósofos griegos como los hombres más sabios de la historia, sin embargo su cultura era basada en el dominio, la destrucción y el poder. Debemos reconocer que los razonamientos del hombre sin Dios nunca concluyen en lo bueno pues el corazón del hombre tiende de continuo al mal. (Lee Romanos 1:22)

Es necesario adoptar la sabiduría celestial: Lee Santiago 3:17-18. La sabiduría del cielo tiene estas características: Pura, Pacífica, Bondadosa, Dócil, Compasiva, Fructífera, Imparcial y Sincera. Te invito a pensar en esta pregunta: ¿Si tu forma de razonar las cosas se basara en este tipo de sabiduría… como serian tus acciones?.... De seguro que muy buenas…

De modo que cuando adoptas la sabiduría que viene de Dios, vivirás de forma que agrade al Señor y darás pie a que su providencia se desate sobre tu vida.


“Recita siempre el libro de la ley y medita en el de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperaras y tendrás éxito”. Josué 1:8

No hay comentarios:

Publicar un comentario