jueves, 30 de abril de 2015

Invencible

El Rey David sabía lo que era enfrentarse a gigantes; antes de ser Rey ya había enfrentado y vencido a un tal Goliat de la tierra de los filisteos solo con una piedra y luego con la propia espada de su enemigo… Luego, una y otra vez fue vencedor en sus batallas y dirigió un escuadrón especializado en enfrentar y vencer gigantes. ¿Cuál era el secreto de su habilidad?... Su confianza en Dios!
El salmo 27:1b expresa: Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?.
Cualquiera que se atreviera pararse frente a un gigante, tendría sobradas razones para temer y angustiarse; pero, cuando sabes que no estas solo, cuando sabes que el que va contigo es más poderoso, cuando sabes que el que El haría cualquier cosa para hacerte vencer, entonces todo gigante se ve pequeño.
David dijo ante aquel Goliat: “tu vienes contra mí con espada y jabalina, más yo vengo contra ti en el nombre de Jehová” 1°Samuel 17:45… Si vas con el invencible, eres invencible.
La batalla que enfrentas hoy será superada cuando la pelees de la mano de Dios.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Id y haced discipulos

Una espada bien afilada cortó el viento, contundente y sin titubeos aquel discípulo hiere al siervo del sumo sacerdote en la oreja y la sangre brota de inmediato como si estuviera ansiosa por mostrarse; Jesús dice con voz firme: basta!!! (Detrás de lo visible había un plan invisible), extiende su mano, toca la oreja del herido y esta queda sanada. Aquel hombre que venía con actitud acusadora, de juicio y respirando ansias de muerte ahora ha sido tocado por la poderosa mano del Maestro… ¿Qué pensaría ahora? De seguro su visión de las cosas cambió, de seguro en su corazón quedo encendida una llama que lo invitaba a pensar: Es real.

Cada uno de nosotros tiene una historia que contar, un antes y después de conocer a Jesús, cada uno fue protagonista de un momento en el que todo cambió, un instante en el que dijimos: Es real; y saber que Dios es real nos da por un lado paz y gozo pues sabemos que la vida nueva que llevamos  tiene  sentido, pero a su vez nos impulsa para compartir con otros la maravillosa noticia del amor y la salvación por medio de Jesús.
Aproximadamente 160.000 personas  mueren cada día y la mayoría parte a una eternidad de condenación sin Dios; la condición espiritual de la mayor parte de estas personas esta descrita en la Biblia, veamos:  

Como dicen las Escrituras: «No hay ni un solo justo,  ni siquiera uno. Nadie es realmente sabio, nadie busca a Dios.Todos se desviaron, todos se volvieron inútiles. No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo».«Lo que hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta.Su lengua está llena de mentiras». «Veneno de serpientes gotea de sus labios».«Su boca está llena de maldición y amargura» «Se apresuran a matar. Siempre hay destrucción y sufrimiento en sus caminos.No saben dónde encontrar paz» «No tienen temor de Dios en absoluto» Romanos 3:10-18

Ante esta realidad espiritual, el panorama parece devastador, pero Dios que es rico en misericordia a provisto un medio para la salvación de toda la humanidad. En Romanos 3: 21-26 dice:

Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas,Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado, porque miraba hacia el futuro y de ese modo los incluiría en lo que llevaría a cabo en el tiempo presente. Dios hizo todo eso para demostrar su justicia, porque él mismo es justo e imparcial, y declara a los pecadores justos a sus ojos cuando ellos creen en Jesús.

Dios es bueno, y bueno en gran manera; el medio de salvación que le ha dado a una humanidad perdida es tan solo creer en Jesús… ese es el mensaje: “Cree en el Señor Jesús y serás salvo”; es responsabilidad de cada cristiano compartir con el mundo esta noticia.
Mateo 28:20 nos enseña el último mandato de Jesús antes de ascender al cielo luego de su resurrección: “ID Y HACED DISCIPULOS”… este llamado excede solo hablarles una vez de Jesús, se trata de invertir tiempo, amar, orar y guiar a las personas a reconocer a Jesús como salvador, recibirle y comenzar una nueva vida en El. Es una tarea de alta prioridad, es el mayor acto de amor que se puede dar, es obediencia, es vida.


No te quedes en la satisfacción de saber que ya tu alcanzaste salvación… ayuda a otros a encontrar también el camino que los lleva al cielo.

lunes, 16 de febrero de 2015

Aprendiendo a vivir con sabiduria


Nota: Debes tener la Biblia a la mano para estudiar este devocional.

Muchas personas han aprendido y practicado diferentes actos o rituales para provocar la prosperidad y el éxito en el porvenir; cosas como Globos del deseo, Ley de la Siembra, Fuegos artificiales o pasear una maleta al término del año son muy comunes en nuestros tiempos. Sin embargo la Biblia es consistente en aclararnos cuales son realmente los elementos que intervienen en que nos vaya bien.

Por un lado tenemos “LA PROVIDENCIA DE DIOS”, Dios es invariable, poderoso, con planes perfectos, con absoluta sabiduría; la Biblia dice de Él lo siguiente: ¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero? Romanos 11:33-34

Por otro lado encontramos “NUESTRA FORMA DE VIVIR”, esto, porque aunque todo lo debemos a Dios, nuestro andar en santidad o pecado afectará el obrar de Dios en nuestras vidas. Cada cristiano se encuentra en un nivel distinto de sabiduría y relación con Dios, y cada uno debe reconocer como de alta prioridad lo importante que es aumentar su sabiduría para poder vivir de forma que agrade a Dios y así poder experimentar el bien de Jehová.

Quiero aclarar que esto no se trata de vivir “por la bendición”, se trata de entender que en la medida en que mi vida es agradable a Dios, podré gozar de su mover en mi vida y en mi entorno. Por esto quiero exponerte tres necesidades que todo creyente tiene en lo que concierne a la sabiduría:

1  Es necesario un continuo auto-examen: En Santiago 3 (En el contexto de la lengua y las relaciones con otros), se nos dan principios acerca de la sabiduría. En los versos 13 y 14 (leer) se nos enseña que lo que indica cuan sabio somos es nuestra buena conducta mostrada con obras. Así, el concepto bíblico de Sabiduría no se queda en lo intelectual o lo analítico, no es solo saber que hacer, ser perspicaz, etc… se trata de que al final “ACTUEMOS BIEN”… de nada sirve saber mucho si al final actúas erróneamente. LA ÚNICA FORMA DE MEDIR TU SABIDURÍA ES SOMETIENDO A PRUEBA TUS OBRAS (Leer Gálatas 6:4). ¿Cómo son tus reacciones? ¿Qué uso le das a tu lengua?, ¿Qué tal tus pensamientos? ¿estas sirviendo al prójimo? ¿y el evangelismo? ¿Cómo van tus relaciones? Piénsalo.

2  Es necesario desechar la sabiduría humana: Lee Santiago 3:15-16. Estos textos nos aseveran que actuar sin Dios es provocar para nuestra vida confusión y toda clase de cosas malas. El mundo reconoce a Aristóteles, Platón y otros filósofos griegos como los hombres más sabios de la historia, sin embargo su cultura era basada en el dominio, la destrucción y el poder. Debemos reconocer que los razonamientos del hombre sin Dios nunca concluyen en lo bueno pues el corazón del hombre tiende de continuo al mal. (Lee Romanos 1:22)

Es necesario adoptar la sabiduría celestial: Lee Santiago 3:17-18. La sabiduría del cielo tiene estas características: Pura, Pacífica, Bondadosa, Dócil, Compasiva, Fructífera, Imparcial y Sincera. Te invito a pensar en esta pregunta: ¿Si tu forma de razonar las cosas se basara en este tipo de sabiduría… como serian tus acciones?.... De seguro que muy buenas…

De modo que cuando adoptas la sabiduría que viene de Dios, vivirás de forma que agrade al Señor y darás pie a que su providencia se desate sobre tu vida.


“Recita siempre el libro de la ley y medita en el de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperaras y tendrás éxito”. Josué 1:8

martes, 10 de febrero de 2015

Principios para servir con excelencia.

Nota: Debes tener la Biblia a la mano para estudiar este devocional.

Muchos piensan que el trabajo es lo peor que le ha podido pasar al ser humano, sin embargo existen para algunos habitantes de este planeta trabajos que pueden considerarse extraordinarios; tal es el caso de un hombre que fue contratado como “Conserje de una isla paradisíaca” en las costas de Australia y que gana 110.000 dólares al mes por solo supervisar que todo esté limpio y la fauna alimentada. Como este, existen otros empleos deseables como: Probador de autos, examinador de camas de lujo en hoteles (a una chica en Europa le pagan en euros por dormir de 10 a.m. a 6 p.m. y dar su opinión de la experiencia), Crítico gastronómico, Presentador de programas sobre viajes, etc

Estos son sin lugar a dudas los mejores trabajos del mundo, sin embargo creo que esta lista debe ser encabezada por “Servir a Dios”, es una verdad absoluta cuando digo que este es el mejor empleo de todos, se trata de trabajar para el creador del universo. Lo más emocionante de todo es que ya se te ha dado ese empleo. Cada uno de nosotros, los que por gracia hemos sido salvados, hemos además sido llamados para ser servidores en la obra de Dios en la tierra.

En  la epístola de Pablo a los Colosenses, capítulo 3,  podemos descubrir el anhelo de Dios acerca de tu actitud en el servicio a Él, y lo he traducido en tres principios para que nuestro trabajo en la obra del reino sea conforme a la voluntad de Dios.
1. Eleva tu perspectiva. Col.3.1-3

Pablo se dirige a los resucitados en Cristo, así que le está hablando a cristianos. Personas que estaban viviendo con una perspectiva terrenal; las cosas de la tierra se estaban haciendo más importantes que las cosas del cielo. Esto no es apropiado para los hijos de Dios. La NVI dice “concentren su atención en las cosas de arriba”. Indudablemente se está refiriendo a las cosas de Dios y de su reino.

Es tiempo de reformular que es lo más importante, cual es el enfoque de tu vida... Cuando tu  enfoque esta en lo de arriba haces que todas tus acciones sirvan a lo de arriba.
2. Actúa de la mano de Dios Col. 3:17

Actuar en el nombre no son unas palabras mágicas  para que sucedan las cosas como uno quiere, es actuar en sintonía con la forma en que Dios quiere que actúes. Al decir “en tu nombre”, le pides que intervenga, pero también confiesas que estas sometido a él, a su voluntad y a su dirección... DIOS NO SE COMPLACE EN USAR SU NOMBRE Y NO VIVIR BAJO SU NOMBRE. Tal vez oras en su nombre pero luego actúas ofendiendo su nombre. No lo hagas más!

3. Recuerda para quien trabajas Col. 3.23-24

Pablo habla de hacer todo como para el señor. Obviamente Pablo está asumiendo que para los Colosenses Dios es extraordinario y lo más importante. Tomar conciencia de que uno está sirviendo a Dios nos hace cobrar ánimo para hacer las cosas lo mejor posible.

martes, 27 de enero de 2015

Vale la pena?

Tres años de un ministerio lleno de señales, milagros, sanidades y enseñanzas cargadas de sabiduría parecía haber llegado a su fin, el líder fue arrestado, golpeado y finalmente crucificado, sus seguidores están llenos de temor, angustia y una cierta decepción; “…pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel…”  decían (Lc 24:21). Pensamientos turbios, sentimientos encontrados, recuerdos de episodios que ahora parecen no tener sentido; de seguro más de uno se preguntaría… ¿valió la pena?, ¿valió la pena dejarlo todo y seguirle? ¿Valió la pena tanto esfuerzo? miren como terminó todo.

En medio de estas horas de incertidumbre y temor algo sucedía a las afueras de la ciudad, algunas mujeres van al sepulcro donde fue puesto Jesús, ya es el tercer día, al llegar, un terremoto, un ángel con vestiduras resplandecientes, guardias petrificados, y unas palabras que devolvían los latidos fuertes al corazón entristecido de aquellas mujeres: “No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo.” (Mt 28:5-6)

Pero no todo termina allí, aquel ángel les da una encomienda, “id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos…” (Mt 28:7); los discípulos necesitaban recobrar su esperanza ya perdida, necesitaban reafirmar su fe, necesitaban dejar a un lado el temor y volver a confiar en aquel que confesaron era el Cristo. ¿No parece ser esta una historia que se repite en la Iglesia de hoy? Los seguidores de Jesús al enfrentar los obstáculos propios de la obra nos preguntamos muchas veces ¿valdrá la pena? ¿Valdrá la pena tanto esfuerzo?... si Jesús permaneciera en esa tumba te diría que no, no tendría ningún sentido, pero el Señor resucitó! Aleluya. El es real, vive, reina y muestra su amor y misericordia día a día. Lo que haces por el reino aunque te parezca pequeño, si que vale la pena, todo esfuerzo es más que merecido, Dios te quiere usar como un instrumento útil, vamos, recobra tus fuerzas, tu esperanza y tu fe, el llamado que tienes es tan importante que Dios te sigue dando vida para que lo asumas.

Jesús vive, el reino de Dios es real.


Vale la pena seguirle y servirle.

miércoles, 28 de mayo de 2014

AAHH!! Que rabia!!!

Diariamente nos enfrentamos a situaciones que ponen a prueba nuestro carácter, nuestra tolerancia y nuestra paciencia; muchas de estas situaciones involucran a personas que hacen o dicen cosas que en particular pueden ser  tan desagradables como molestas, ocasionando así el que propiciemos o seamos llevados a discusiones que pueden ir desde un comentario áspero hasta los gritos y los golpes. Probablemente si cuentas estos episodios en tu propia vida te faltarían dedos en las manos. Ahora bien ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Cómo quiere Dios que actuemos ante estas situaciones? ¿Puedo hacer algo para calmar la presión y bajar los ánimos en estas situaciones?

A lo largo de la escritura se nos dan muchos consejos tocantes a la ira, el enojo, la restauración de relaciones rotas y el carácter del verdadero discípulo de Cristo; sin embargo en estas líneas quiero concentrarme en dos, que a la verdad son muy prácticos, por lo cual no debes tener excusas para asumirlos a partir de hoy:

“La respuesta amable calma el enojo,  pero la agresiva echa leña al fuego” Proverbios 15:1. Este primer consejo bíblico se refiere a tu reacción verbal en medio de una discusión… ¿eres de los que no se queda callado(a)???... Dios nos aconseja que respondamos siempre con palabras amables; una blanda respuesta es capaz de llevar los ánimos hacia abajo y lograr que la discusión termine. Claro que a veces cuesta!!! Pero debes orar para pedir fuerzas a Dios y así lograr bajar la voz, dejar la ironía, evitar herir con palabras y en definitiva llevar cada desacuerdo al área de la oración y la conversación hasta alcanzar una solución.

“Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún enojados” Efesios 4:26. Este segundo consejo bíblico se refiere al tiempo en que se está enojado… ¿eres de los que no olvidan???... Dios nos aconseja que no le demos largas a la solución de nuestros conflictos, indudablemente la palabra nos está advirtiendo de problemas que surgen de mantener un pleito por mucho tiempo, así que, de hecho el consejo es que no pase ni un día y sigas enojado(a). Resuélvelo!!!! Ve ahora mismo, siéntate con la persona, hablen tomando en cuenta el primer consejo y reconcíliense. Esto traerá a tu vida paz y gozo. Esta es la voluntad de Dios.


Bendiciones

viernes, 14 de marzo de 2014

Cumplimiento

¿Alguna vez te han decepcionado porque te prometieron algo y no lo cumplieron?... si tu respuesta es sí, te aseguro que formas parte de un grupo de millones de personas que han pasado por lo mismo, de hecho, es tan frecuente el sentirse defraudado por promesas no cumplidas que la humanidad ha hecho de la “confianza” un valor que parece más bien un tesoro escondido.  Sin embargo, y a pesar de tantas experiencias negativas, como seres humanos tenemos la oportunidad de experimentar una relación en la que las promesas siempre se cumplen…

En el marco de la historia de la redención por medio del Mesías, muchísimos años antes de su llegada, ya profetas habían afirmado no solo su venida al mundo, sino tambien los padecimientos que este tendría; lo interesante y a la vez sorprendente de esto es que ese “Mesías” del que habla Isaías  en el 53:3 diciendo “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebrantos…” conocía su destino, y los sufrimientos que tendría que enfrentar, PERO AÚN ASÍ VINO AL MUNDO… de modo que fue encarnado y se llamó su nombre Jesús, y El mismo, en Mateo 20:18-19 expresa:

18 «Escuchen —les dijo—, subimos a Jerusalén, donde el Hijo del Hombre será traicionado y entregado a los principales sacerdotes y a los maestros de la ley religiosa. Lo condenarán a muerte. 19 Luego lo entregarán a los romanos para que se burlen de él, lo azoten con un látigo y lo crucifiquen; pero al tercer día, se levantará de los muertos».

Y aun sabiéndolo, FUE A JERUSALÉN para cumplir con el plan… La actitud de Jesús es sin lugar a dudas una muestra increíble de su fidelidad en el cumplimiento de sus planes y sus promesas… por ejemplo, dijo que enviaría al consolador (Jn 14:16) y lo envió (Hch 2:1-13), y así mismo,  no ha fallado a ninguna de sus promesas. La Biblia afirma que:

Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá? Números 23:19

De modo que, si has perdido toda confianza por promesas que no se cumplieron, te invito a poner tu fe y confianza en Jesús, el que nunca falla, el que no defrauda, el que siempre estará allí. El restaurará por completo tu corazón y volverás a sonreír, podrás perdonar y ser libre.