Una
espada bien afilada cortó el viento, contundente y sin titubeos aquel discípulo
hiere al siervo del sumo sacerdote en la oreja y la sangre brota de inmediato
como si estuviera ansiosa por mostrarse; Jesús dice con voz firme: basta!!!
(Detrás de lo visible había un plan invisible), extiende su mano, toca la oreja
del herido y esta queda sanada. Aquel hombre que venía con actitud acusadora,
de juicio y respirando ansias de muerte ahora ha sido tocado por la poderosa
mano del Maestro… ¿Qué pensaría ahora? De seguro su visión de las cosas cambió,
de seguro en su corazón quedo encendida una llama que lo invitaba a pensar: Es
real.
Cada
uno de nosotros tiene una historia que contar, un antes y después de conocer a
Jesús, cada uno fue protagonista de un momento en el que todo cambió, un
instante en el que dijimos: Es real; y saber que Dios es real nos da por un
lado paz y gozo pues sabemos que la vida nueva que llevamos tiene
sentido, pero a su vez nos impulsa para compartir con otros la maravillosa
noticia del amor y la salvación por medio de Jesús.
Aproximadamente
160.000 personas mueren cada día y la mayoría parte a una eternidad de
condenación sin Dios; la condición espiritual de la mayor parte de estas
personas esta descrita en la Biblia, veamos:
Como
dicen las Escrituras: «No hay ni un solo justo, ni siquiera uno. Nadie
es realmente sabio, nadie busca a Dios.Todos se desviaron, todos se
volvieron inútiles. No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo».«Lo que
hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta.Su lengua está
llena de mentiras». «Veneno de serpientes gotea de sus labios».«Su boca está
llena de maldición y amargura» «Se
apresuran a matar. Siempre hay destrucción y sufrimiento en sus caminos.No saben
dónde encontrar paz» «No tienen temor de Dios en absoluto» Romanos 3:10-18
Ante
esta realidad espiritual, el panorama parece devastador, pero Dios que es rico
en misericordia a provisto un medio para la salvación de toda la humanidad. En
Romanos 3: 21-26 dice:
Pero
ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los
profetas,Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con
las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos
nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien
fuere.Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa
establecida por Dios. Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y
bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de
nuestros pecados. Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las
personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó
su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con
justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el
pasado, porque miraba hacia el futuro y de ese modo los incluiría en lo
que llevaría a cabo en el tiempo presente. Dios hizo todo eso para demostrar su
justicia, porque él mismo es justo e imparcial, y declara a los pecadores
justos a sus ojos cuando ellos creen en Jesús.
Dios
es bueno, y bueno en gran manera; el medio de salvación que le ha dado a una
humanidad perdida es tan solo creer en Jesús… ese es el mensaje: “Cree en el
Señor Jesús y serás salvo”; es responsabilidad de cada cristiano compartir con
el mundo esta noticia.
Mateo
28:20 nos enseña el último mandato de Jesús antes de ascender al cielo luego de
su resurrección: “ID Y HACED DISCIPULOS”… este llamado excede solo hablarles
una vez de Jesús, se trata de invertir tiempo, amar, orar y guiar a las
personas a reconocer a Jesús como salvador, recibirle y comenzar una nueva vida
en El. Es una tarea de alta prioridad, es el mayor acto de amor que se puede
dar, es obediencia, es vida.
No te
quedes en la satisfacción de saber que ya tu alcanzaste salvación… ayuda a
otros a encontrar también el camino que los lleva al cielo.