miércoles, 22 de enero de 2014

El día esperado

Seguramente en algún momento de tu vida has experimentado la ansiedad y expectativa por un acontecimiento importante que está por ocurrir… trata de recordar la sensación de emoción que  sentiste la noche antes de casarte, o tal vez antes de tu graduación, algunos podrán hacer memoria de ese palpitar acelerado por saber que al próximo día verían a la persona amada o sería  el primer día en tu nuevo empleo. La verdad son muchas las situaciones que nos pueden llevar a ese estado de alegría casi incontenible.

De la misma manera el cristiano, experimenta un gozo indescriptible cuando se  da cuenta  de la inmensa oportunidad de encontrarse con Dios a través, por ejemplo, de un tiempo devocional. Entender que como hijos de Dios se nos han sido abiertas las puertas para una relación real y personal con Dios a través de Jesús produce  una sensación de  emoción que solo es atenuada cuando nos sumergimos en las aguas de su presencia y quedamos saciados. De seguro este gozo era parte del Salmista cuando expresó:

“Despertar y verme en tu presencia será mi mayor alegría” salmo 17:15b TLA

Cada  mañana se nos vuelve a  dar la oportunidad de gozar de la presencia de Dios, no solo en lo personal, sino incluso en un nivel congregacional a través de la Iglesia. Esa oportunidad no debe ser desaprovechada; de hecho debe producir la “mayor alegría” que el corazón del creyente pueda experimentar…

Pero… Es la presencia de Dios lo que te produce mayor gozo?... Si tu respuesta es SI, entonces debes saber que siempre puedes buscarle seguro de  que lo encontrarás y te saciarás en El, pero si tu respuesta es NO, no pierdas más el tiempo, pon tu corazón y voluntad en las manos de Dios, búscale en oración y  pide que por medio del espíritu Santo tu vida sea apasionada por El.

Que el mañana sea lo más esperado porque sabes que El estará contigo.

BENDICIONES
Ángel Martínez Jr.
Pastor Asociado IBAV