Ayer en mi ciudad cayó una fuerte
lluvia, tan fuerte que los drenajes colapsaron y por unas horas las calles
transitables se convirtieron en ríos donde algunos desearon mas tener un bote
que un carro… cuando las lluvias son tan fuertes podemos percibir por doquier
el caos y en muchos casos la desesperación, las vías se cierran, las casas se
inundan, los comercios deben cerrar y lo que es inevitable, la gente termina
mojada de pies a cabeza; ante esta situación es normal sentirse mal y
fastidiado por la situación, llevándonos a una constante queja por lo tedioso de
librar con este suceso del cielo. Pero mientras nosotros estamos lidiando con
las consecuencias duras del aguacero, ignoramos que otras cosas no tan
perceptibles están sucediendo gracias a la lluvia, por ejemplo, la tierra está
recibiendo el nutriente vital para que las siembras germinen, los embalses se están
llenando para proveer agua a la civilización, los arboles y demás plantas están
recibiendo vida para darnos el oxigeno necesario para vivir, las represas se
llenan para producir energía para nuestros hogares…
¿Te das cuenta de la analogía con
la vida?... Ciertamente no es sencillo atravesar las tormentas del andar diario,
no es fácil enfrentarnos a esos problemas que caen como lluvia sobre nosotros,
incesantes, llenándonos de momentos duros que casi nos ahogan… pero cada
creyente debe entender que Dios tiene el control, y que al permitir que la
lluvia caiga y que las pruebas lleguen a nosotros, el mismo está trabajando en
algo que tal vez no es tan visible pero que de seguro es beneficioso para ti!!!
La Biblia está llena de promesas sobre
el cuidado de Dios y acerca del obrar del Padre aún en medio de la dificultad.
Al parecer, como hijos de Dios en ocasiones creemos que el Señor solo obra en
bendición por medio de momentos felices o cuando todo está saliendo bien, sin
embargo la Biblia está llena de historias en las que el pueblo de Dios tuvo que
pasar por momentos de opresión y dificultad para ver la obra majestuosa del
poder de Dios. La mejor actitud que puedes tener ante la lluvia y la tempestad
es aferrarte a las promesas de Dios, confiar en él y descansar esperando la
manifestación gloriosa de lo que Dios está haciendo. Algunas de las promesas en
las que te puedes refugiar hoy son:
Ahora bien,
sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su
propósito. Romanos 8:28
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te
fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Isaías
41:10
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En
este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
Juan 16:33
Oración: Señor reconozco que así como la lluvia trae
beneficios sobre la tierra, las pruebas que me haces experimentar también son
para mi bien, todo me ayuda a bien; enséñame a descansar en tus promesas para
estar en paz en medio de la tempestad. En el nombre de Jesús, amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario