Cada día que vivimos representa un nuevo desafío, una nueva
montaña que escalar, un nuevo mar turbulento que cruzar, si, reconozco que a
veces las cuestas son muy altas y las aguas muy profundas, en ocasiones parece
que la mejor opción es escapar; de hecho, para muchos, las luchas constantes representan razón
suficiente para tener una vida de amargura, pesimismo y mala actitud, afectando
sus relaciones con otras personas e inclusive sumergiéndose en un abismo
autodestructivo que lo conduce más y más a la insatisfacción. El responder con
palabras hirientes, el vivir estresado, el ser desagradable o antipático son
actitudes de una vida amarga, sin gozo ni paz, fruto de un andar lleno de conflictos y luchas.
Pero a pesar de este panorama los cristianos hemos
encontrado una fuente de paz, gozo y sosiego que nos permite vivir plenos a
pesar de las circunstancias hostiles de la vida, esa fuente es Dios; los
creyentes en Cristo tenemos un llamado a “la buena actitud”, de hecho, la misma
Biblia nos muestra la voluntad del Señor en cuanto a nuestra actitud ante la
vida. Veamos lo que nos dice Filipenses 4:4-7:
“Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su
amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada;
más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios
y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará
sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”
Fíjate que este pasaje no nos llama a vivir en un mundo de fantasía,
creyendo que no hay luchas o dificultades, más bien nos dice que tomemos esas
cosas que nos inquietan, se las presentemos a Dios en oración, y El, oirá y enviará
sobre nosotros una paz que sobrepasa todo entendimiento; de esta manera, las
batallas diarias no nos quitarán el gozo o la capacidad de tratar a otros con
amabilidad.
Tú decides cual será tu actitud ante la vida, amargura y descontento
o paz, gozo y amabilidad… Ve ahora mismo delante de Dios en oración y entrégale
el control de tu vida y de cada área que te inquiete y en el nombre de Jesús
recibe hoy la paz de Dios.
Los verdaderos cristianos siempre tiene una “buena actitud”.
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