martes, 10 de noviembre de 2009

El nos defiende!!!

Cuando somos niños y estamos en problemas el primer lugar a donde vamos es a los brazos de nuestros padres; en ellos encontramos el refugio ante la molestia de algún amiguito, sanidad para las heridas de nuestras caídas cuando jugábamos en el parque o simplemente en ellos encontrábamos un lugar para quejarnos cuando no teníamos lo que queríamos… esto lo hacíamos pues “confiábamos” que ellos siempre tendrían una respuesta para nosotros, y como eran nuestros padres seguramente la respuesta seria buena para nosotros.

Estos recuerdos de protección y ayuda me llenan de alegría y paz pues me hacen recordar las palabras del Maestro cuando dijo: “si vosotros siendo malos saben dar buenas cosas a sus hijos, cuanto mas mi Padre que está en los cielos nos dará grandes cosas”; si, nuestro Padre celestial es un ser tan hermoso y perfecto, que en cualquier situación estará con nosotros para librarnos y hacernos estar bien. En la Biblia encontramos un hecho histórico especial sobre la protección de Dios;

Ezequias era Rey de Israel, y en el año 14 de su reinado, Senaquerib, Rey de Asíria se ha levantado con su ejército para conquistar y tomar esclavos las naciones que le rodaban. Ha logrado conquistar todos los pueblos que ha enfrentado y ahora le tocaba el turno a Jerusalén. El pueblo tiene temor pues han escuchado que Senaquerib viene a hurtar, matar y destruir. Pero todo está a punto de cambiar, sabes por qué? Senaquerib se burla del pueblo de Israel y de su Dios diciendo: En quien están puestas tus esperanzas? Acaso confías en tu Dios ¡ ningún dios de las otras naciones ha podido defenderlos de mi, acaso crees que Jehová podrá?

Oh, que grande error cometió Senaquerib, ciertamente ignoraba que Jehová es el único Dios verdadero y que ninguno que lo desafíe quedará en pie. Inmediatamente Ezequias corrió a los brazos de su Padre y oró y se lamentó. Luego de esto, puedes imaginar lo que ocurrió?… Jehová envió su Ángel, el cual trastorno al ejército de Asíria y dio muerte a 185.000 soldados en solo una noche, haciendo huir a su Rey por donde vino.

Amado hermano(a) y amigo(a), el Dios de Ezequias es nuestro Dios, y no permitirá que nadie que se burle de ti y de El, se salga con la suya… EL NOS DEFIENDE…, no pongas tu confianza en otras personas, no pongas tu confianza en ti mismo por tus logros y victorias del pasado, no pongas tu confianza en falsos dioses, pon tu confianza en Dios, el mismo Dios que dijo “en el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”… Si estás hoy en angustias y desesperación, corre a los brazos de Jehová porque “EL TE DEFIENDE”.


Angel Martínez Jr
Pastor Asociado IBAV

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Amor por la Casa


Para el pueblo de Israel tener una casa para adorar a Dios era algo de vital importancia, era una necesidad que nacía desde lo mas profundo de sus corazones, y estaban dispuestos a hacer lo necesario para que existiera un lugar donde habitara la presencia del Dios altísimo.

Esta pasión que el pueblo de Israel mostraba por el templo nos debe servir de ejemplo, para entender que el tener un lugar de reunión es un regalo, un privilegio, una bendición, y es por esto que tenemos un llamado de amar la casa que Dios nos ha dado como templo para El. El amor del pueblo por el templo se fundamenta en varios principios que hoy quiero compartir contigo.

La primera razón por la que debemos amar el templo es porque su existencia es voluntad de Dios. En 1° Reyes 3:2 vemos que el pueblo no tenía templo en este tiempo por lo cual adoraban a Dios en los lugares altos; esto nos enseña, que ciertamente el templo no es el único lugar para adorar a Dios, podemos hacerlo aun en nuestros hogares, pero, si solo esta fuese la voluntad de Dios ¿Por qué entonces manda y respalda la construcción del templo por parte de Salomón?; aunque el pueblo podía adorar en otro lugar, Dios ha querido que tengamos un lugar de reunión (templo) donde como cuerpo en Cristo podamos servirle a el y al prójimo con bendiciones.

La segunda razón por la que el pueblo amó la casa de Dios es porque sabían que en ese lugar Dios hacia maravillas. El pueblo había visto o escuchado de cómo descendía la gloria de Dios en el tabernáculo de Moisés, habían visto al sumo sacerdote salir del tabernáculo después de haber dado ofrendas expiatorias, afirmando el perdón del pueblo, recordaban que después de una conversación con Moisés en ese lugar Dios prometió seguir con ellos a la tierra prometida, y como estas muchas otras cosas, así, debemos entender que el templo es un lugar especial para que Dios obre poderosamente en nuestras vidas, allí nuestro Dios es capaz de soltar sobre nosotros bendiciones, es el lugar donde con tus hermanos ofreces a una voz cantos e himnos como grato perfume ante el altar.

Hay sobradas razones para amar la Casa de Dios. Hoy te invito a que ames tu templo, ese donde Dios te ha colocado como parte de un cuerpo. Valóralo, Cuídalo, Mantenlo, Embellécelo, y sobre todas las cosas, USALO para darle gloria y honor al que se la merece…. JESUCRISTO

Bendiciones
Ángel Martínez Jr. Pastor Asociado